Costa oaxaqueña: paraíso de imperdibles experiencias

El paraíso está en Oaxaca, en la región de la Costa. Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, principales destinos de esa región y la entidad ofrecen experiencias como avistamiento de especies marinas, recorridos en lancha, buceo, snorkel, y la oportunidad de recorrer sus mercados para adquirir piezas artesanales y probar la gastronomía local.
Huatulco, con sus 9 bahías y 36 playas de agua cristalina, es un lugar ideal para el descanso, pero también para vivir aventuras acuáticas y disfrutar de los paisajes costeros, conociendo flora y fauna cuya preservación ha otorgado a este destino certificaciones nacionales e internacionales por sus prácticas sustentables en sus reservas naturales.
Puerto Escondido, la capital mundial del surf, ofrece hermosas playas perfectas para este deporte, como Zicatela, y otras de aguas tranquilas para nadar o iniciarse en esta disciplina, como Carrizalillo. Además, brinda espectaculares atardeceres y diversión en sus corredores turísticos.
Estos destinos forman parte de la Ruta de la Costa Oaxaqueña, y a lo largo de esta se encuentran otros lugares para la relajación y conexión con la naturaleza como el Pueblo Mágico de Mazunte, una comunidad que se caracteriza por su enfoque en la preservación de la vida marina, entre otras maravillas, también por tener la montaña más sobresaliente del Pacífico Sur y su internacional festival de jazz. 
Asimismo, Puerto Ángel del municipio de San Pedro Pochutla, un acogedor puerto turístico de raíces pesqueras, cuyas playas son ideales para momentos de tranquilidad, la observación de gran variedad de especies marinas y la práctica de deportes acuáticos. 
En ese mismo municipio, Zipolite, la playa nudista de México, muy concurrida por turistas nacionales e internacionales quienes buscan descansar y practicar el nudismo en un ambiente de respeto. 
Otro sitio imperdible es Lagunas de Chacahua, una de las zonas más importantes para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial, declarado como Parque Nacional en 1937. Recorrer esta reserva es una experiencia inigualable, con el avistamiento de especies de aves, reptiles y anfibios endémicos de México y el estado, además de nadar en sus tranquilas aguas y admirar el fenómeno de la bioluminiscencia. 
Son infinitas las posibilidades para disfrutar de cada uno de los lugares que se localizan en toda la zona costera oaxaqueña, con una exquisita gastronomía en la que destacan platillos con pescados y mariscos frescos.