Festival de los Moles: celebración de sabor y tradición

El mole, platillo con origen prehispánico y resultado del sincretismo cultural de la época colonial; es actualmente una de las comidas oaxaqueñas más representativas de Oaxaca, ligado íntimamente a las tradiciones, donde la gastronomía es parte esencial de rituales, historia y riqueza de los pueblos de Oaxaca.

Para honrar este legado culinario, cada año, en el marco de la máxima fiesta de las y los oaxaqueños, la Guelaguetza que se lleva a cabo en el mes de julio, se celebra el Festival de los Moles; antes conocido como el Festival de los Siete Moles, organizado por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac Oaxaca) e impulsado en conjunto con el gobierno estatal, surgió con la finalidad de preservar uno de los platillos más representativos de Oaxaca.
Asimismo, para transmitir los conocimientos de su elaboración y sus ingredientes; darlo a conocer como un referente de la gastronomía tradicional del estado y promover su importancia como una comida que acompaña las festividades y en general, la vida de las y los oaxaqueños.
Esta es una celebración en la que los saberes ancestrales de las cocineras y cocineros tradicionales, y la cocina contemporánea, se unen para deleitar a cada una de las personas que asisten. 
Asistir a este encuentro gastronómico significa un viaje a través del acervo culinario de las ocho regiones del estado y sus variedades de moles; además del amarillo, mole negro, chichilo, coloradito, mole verde, mole rojo y manchamanteles, conocidos como los siete moles de Oaxaca, el festival alberga una diversidad inimaginable de esta preparación.
Cada año, el Festival de los Moles se consolida como uno de los festivales gastronómicos más importantes a nivel nacional e internacional, ofreciendo experiencias únicas que permiten vivir de cerca la tradición gastronómica, percibir sus aromas, presenciar procesos de elaboración en el que, en su mayoría, se emplean ingredientes endémicos; y principalmente se degusta y descubre que el mole oaxaqueño es arte para los sentidos.
Además de la muestra vivencial, también participan restaurantes afiliados a la Canirac Oaxaca y cada uno ofrece moles en sus establecimientos, por lo que el festival se extiende a poco más de medio mes. 
Una amplia variedad de este platillo como el mole de castilla, texmole de mojarra, de olla, con costilla de cerdo, de plátano, chileajo, de camarón seco, elaborado con insectos como las chicatanas, por mencionar algunos, conforman esta fiesta de exquisitos sabores.