En el corazón del noreste mexicano, Nuevo León no solo brilla por su pujante escena industrial: ha emergido con fuerza como un destino gastronómico de referencia, apoyado por la apuesta estratégica de la Secretaría de Turismo estatal. Su objetivo: consolidar la gastronomía como eje de atracción, distintivo regional e impulso para el desarrollo sostenible.
La cocina neoleonesa combina tradición y vanguardia. Su plato emblemático, el cabrito al pastor, es un emblema de identidad regional, mientras la tostada Siberia, con más de siete décadas de historia, refleja el sazón único de Monterrey. A estos iconos, se suman chefs locales que reinterpretan ingredientes autóctonos, como el nopal o el cabrito, con técnicas contemporáneas, atrayendo a visitantes curiosos por experiencias culinarias auténticas y sofisticadas.
Nuevo León ha dado pasos firmes para posicionar al Estado en el radiante mapa del turismo gastronómico. Recientemente lanzó la Guía Gastronómica «X Como Comí», que destaca más de 500 cafeterías, 700 panaderías y cientos de restaurantes, incluyendo opciones galardonadas con estrellas Michelin como Pangea. Esta poderosa herramienta sirve tanto a visitantes curiosos como a locales que buscan explorar nuevas propuestas.
También ha fortalecido su plataforma Nuevo León Travel, que integra rutas gastronómicas, recomendaciones de hoteles, tours y eventos como el Festival del Asado o la Ruta Gastronómica de Monterrey, impulsando el posicionamiento del estado como experiencia turística integral.
Nuevo León ofrece mucho más que platos memorables. El Paseo Santa Lucía, el Parque Fundidora y Pueblos Mágicos cercanos como Linares y García (fama por sus glorias y tacos agachados, o las Grutas de García), se integran a rutas culinarias que combinan naturaleza, cultura y patrimonio local.
El turismo sostenible es un pilar central. Programas de reforestación, certificaciones ambientales y accesibilidad, además de acciones climáticas firmadas desde la Declaración de Glasgow, garantizan que el desarrollo sea amigable con la comunidad y el entorno.
Según la dependencia estatal, Nuevo León ha logrado un flujo de más de 12.6 millones de visitantes en eventos de talla internacional, generando más de 27 mil millones de pesos en derrama económica. El Observatorio Turístico Sostenible monitorea indicadores de arribos, ocupación hotelera y gasto promedio, ayudando a desarrollar estrategias efectivas de mercado.
Desde su guía profesional hasta rutas sensoriales que combinan cocina, cultura y vista, el estado ha sabido construir una identidad que no solo alimenta el cuerpo, sino que enriquece la percepción de visitantes nacionales e internacionales.
Nuevo León se ha convertido en un escenario imprescindible para los amantes de la buena mesa; un destino donde la tradición dialoga con la innovación, donde cada bocado es una invitación a conocer más, quedarse más y regresar.