La Ciudad de México afina los últimos detalles para recibir la Copa Mundial de la FIFA 2026™, un evento que promete proyectar a la capital como un destino de primer nivel no solo en materia deportiva, sino también turística y gastronómica.
De acuerdo con el Gobierno capitalino, se espera la llegada de millones de visitantes nacionales e internacionales durante el torneo. Para ellos, la ciudad prepara una experiencia integral que va más allá de los partidos en el Estadio Azteca: se trata de mostrar al mundo la riqueza cultural y culinaria que distingue a la CDMX.
Un Mundial con sabor mexicano
La Secretaría de Turismo capitalina ha destacado que la gastronomía jugará un papel clave en la promoción turística. Desde la comida callejera que se disfruta en mercados y fondas, hasta las propuestas de alta cocina reconocidas internacionalmente, la capital busca posicionar su diversidad culinaria como uno de sus grandes atractivos. Con más del 60% del territorio de la ciudad destinado a suelo de conservación, ingredientes como el maíz, el nopal y el amaranto forman parte de la identidad alimentaria que será presentada con orgullo durante las actividades mundialistas.
En el FIFA Fan Fest del Zócalo, además de conciertos y transmisiones en vivo de los partidos, se contará con espacios gastronómicos que permitirán a los asistentes degustar platillos emblemáticos de distintas regiones del país, fortaleciendo la imagen de México como potencia culinaria. Asimismo, en las 16 alcaldías se organizarán festivales culturales y gastronómicos paralelos, para que toda la ciudad viva la fiesta en cada rincón.
Hospitalidad como legado
El Mundial será una oportunidad para reforzar la hospitalidad que caracteriza a la Ciudad de México. Para ello, se están capacitando voluntarios, prestadores de servicios turísticos, personal de hoteles y restaurantes, con el fin de garantizar atención de calidad a visitantes de todo el mundo.
Con esta apuesta, la CDMX no solo se alista para vivir un evento deportivo histórico, sino también para consolidarse como una de las grandes capitales turísticas y gastronómicas de América Latina