La Bioruta del Café de Puebla es una experiencia única que conecta la riqueza natural, cultural y productiva del grano poblano. Este recorrido permite conocer fincas, montañas y comunidades que han perfeccionado la producción de café por generaciones. La ruta revela un mundo donde el aroma, la tradición y la biodiversidad construyen un viaje lleno de significado.
La ruta está dividida en dos circuitos principales. El Circuito Sierra Norte incluye a Pahuatlán, Naupan, Tlacuilotepec, Xicotepec, Huauchinango, Zacatlán y Zihuateutla, municipios llenos de neblina, verdes intensos y paisajes montañosos. En el Circuito Sierra Nororiental se encuentran Cuetzalan, Huitzilan de Serdán, Teziutlán, Tlatlauquitepec, Xochitlán, Zacapoaxtla, Zapotitlán de Méndez, Zautla, Zongozotla y Zoquiapan. Cada uno aporta tradición indígena, hábitats exuberantes y técnicas de cultivo que enriquecen el café poblano.
Tres de estos municipios —Cuetzalan, Tlatlauquitepec y Teziutlán— son Pueblos Mágicos, lo que convierte a la ruta en un viaje cultural completo. En estos lugares, el visitante puede conocer la historia del café, participar en talleres, visitar mercados tradicionales y observar cómo la cultura cafetalera se ha entrelazado con la identidad de la región a lo largo del tiempo.
Las fincas abren sus puertas para mostrar todo el proceso del café: desde la siembra en terrazas de montaña hasta la cosecha manual, el beneficio húmedo y seco, y el tostado que define los perfiles aromáticos. Al vivir estas experiencias, el visitante aprende a distinguir las notas que caracterizan un café poblano: florales, frutales, achocolatadas o con ligeros tonos cítricos.
Además del café, la ruta ofrece cascadas, senderos, grutas, miradores, mercados indígenas y gastronomía local que complementan la experiencia. Los viajeros pueden hospedarse en cabañas, ecohoteles o antiguas haciendas que conservan la esencia cafetalera en cada detalle. Esta combinación convierte la ruta en un recorrido perfecto para amantes de la naturaleza, fotógrafos, aventureros y aficionados al buen café.
La Ruta del Café de Puebla es un viaje para el paladar y el espíritu. Cada taza cuenta una historia de trabajo comunitario, de respeto a la tierra y de tradición. Descubrirla significa conectar con la riqueza natural del estado y valorar el esfuerzo de las manos que cultivan uno de los granos más apreciados del país.