En el corazón de Quintana Roo se encuentra una de las joyas arqueológicas más imponentes de la Ruta Maya: la antigua ciudad de Coba. Rodeada por exuberantes selvas, esta maravilla histórica ofrece una ventana al pasado de la civilización maya y representa un testimonio fascinante de su grandeza arquitectónica y cultural.
Ubicación y acceso
Coba se encuentra a aproximadamente 44 kilómetros al noroeste de Tulum, siendo accesible desde este último por carretera. El trayecto en automóvil o transporte público toma alrededor de 45 minutos a una hora. Las opciones para llegar incluyen el alquiler de un auto, tomar un taxi o utilizar los servicios de tours que ofrecen visitas guiadas.
Descubriendo la Historia
Una vez en Coba, se abre paso un mundo antiguo. Esta ciudad fue un importante centro maya durante el período clásico, siendo su apogeo entre los años 600 y 900 d.C. Sus ruinas ofrecen una experiencia única, con la emblemática pirámide Nohoch Mul, una de las estructuras más altas de la civilización maya, que ofrece una vista impresionante desde la cima, permitiendo apreciar la inmensidad de la selva circundante.
Exploración y Aventura
Además de la pirámide, Coba alberga una red extensa de “sacbés”, caminos ceremoniales de piedra que conectan los diferentes grupos arquitectónicos dispersos por la zona. Los visitantes pueden optar por recorrer el sitio a pie o en bicicleta, ofreciendo esta última opción una experiencia única para adentrarse en la vastedad de la ciudad y descubrir estructuras como la iglesia y el Juego de Pelota.
El Encanto de la Selva y la Historia
Lo que hace de Coba un destino único es su entorno natural. La selva que la rodea contribuye a su misticismo y ofrece la oportunidad de observar la flora y fauna local. Los sonidos de la naturaleza acompañan la exploración, sumergiendo a los visitantes en un viaje a través del tiempo mientras se adentran en la historia y la grandeza de la civilización maya.
Coba es mucho más que un conjunto de vestigios arqueológicos; es un testimonio vivo de la grandeza pasada y un vínculo entre la historia y la naturaleza. Una visita a este enclave arqueológico es un viaje hacia el pasado,un encuentro con una civilización ancestral que sigue dejando una huella imborrable en el impresionante paisaje de Quintana Roo.